ROSARIO, CAPITAL DEL HAMBRE-SOJA 2011
Durante
el 14, 15 y 16 de Septiembre de 2011 un conjunto de organizaciones
sociales, políticas y culturales de la región decidimos convocar y
encontrarnos, para debatir y proponer alternativas al actual modelo de
producción y consumo, en el II Encuentro Hambre Soja – Por la Soberanía
Alimentaria y la Biodiversidad.
Al mismo tiempo, en la
Bolsa de Comercio de Rosario, corporaciones transnacionales (CTN) y
nacionales de la agroindustria, representantes del Estado Nacional,
Provincial y Local, junto a miembros de gobiernos de la región y de
Asia, realizaron un mega – evento corporativo autodenominado “Mercosoja
2011, 5to Congreso de la Soja del MERCOSUR”. Los promotores y ganadores
del actual modelo de producción y consumo esgrimieron sus argumentos
entorno al “progreso”, el “desarrollo” y el “crecimiento”, conceptos
que esquivan toda mención a sus inmediatos beneficiarios y las
consecuencias directas sobre la vida de los Pueblos, sobre la
Naturaleza, y sobre la producción agroalimentaria.
En ese marco, y luego de tres jornadas de debate, concluimos que:
En
los últimos años, en nuestro país (como en muchos países periféricos)
el aumento exponencial de la actividad agrícola se ha instalado como un
nuevo paradigma productivo (extractivista-exportador): el modelo
agrario, de agricultura industrial, basado en la extracción de los
recursos naturales y en el monocultivo de la soja (sobre todo en
nuestra región). Esto es posible, entre otras cosas, gracias a la
utilización de semillas transgénicas, cantidades descomunales de
agrotóxicos, maquinaria pesada y la ampliación de las fronteras
agrícolas hacia áreas marginales, mediante la deforestación y el
aniquilamiento de los bosques nativos.
En nuestra región,
el Estado, lejos de expresar una ruptura con la lógica nacional, puja
por ser la vanguardia de este proyecto de carácter regresivo
priorizando, siempre, las altas tasas de ganancia. Ésta coincidencia,
para nada casual, se refleja en la coordinada política de llevar
adelante el IIRSA (Iniciativa de Integración de las Infraestructura
Regional Suramericana). Esta iniciativa política se hace carne en la
realización de la Hidrovía Paraná – Paraguay (incluida en el
presupuesto nacional 2012), el Plan Circunvalar, etc.
Por
otro lado, los impactos ambientales, y sociales (aumento de casos de
cáncer, disrupción endróquina, neumonías, alergias, accidentes
laborales, perdidas de embarazos, malformaciones, impermeabilización de
las tierras, desaparición de humedales, y más concentración y
extranjerización de las riquezas), que genera la profundización de este
modelo extractivista, se sostiene bajo una superestructura política,
jurídica y comunicativa. En este caso, los beneficiarios e impulsores
de este modelo no solo son las empresas transnacionales y nacionales de
la agroindustria. El actual sistema de dominación ha generado un
andamiaje político – cultural que excede el ámbito empresarial y
gubernamental. Podemos hacer referencia a instituciones educativas
públicas y privadas (por ejemplo la Universidad Nacional de Rosario
auspicio el Mercosoja 2011), medios de comunicación y expresiones
sociales y políticas (no necesariamente gubernamentales). Estos
actores, a cambio de generar una opinión pública favorable al modelo
hegemónico, generalmente, reciben jugosos beneficios de la renta del
agronegocio.
Es por todo esto que nos organizamos y denunciamos:
- Al actual modelo agro-exportador – extractivista, depredador del medio ambiente y la Vida.
-
Testimoniando, que nuestra ciudad es una nítida fotografía de este
modelo. Ya que sobre la ribera de Río Paraná, gracias a la Ley de
actividades portuarias (93), se encuentran instaladas 10 corporaciones
transnacionales y nacionales del agronegocio, las grandes ganadoras
del “Modelo”: CARGILL / BUNGE / DREYFUS / MOLINOS RIO DE LA PLATA /
ACEITERA GENERAL DEHEZA / VICENTIN / ACA / NIDERA / NOBLE / ALFREDO
TOEPFER INTERNACIONAL, más el puerto privado de MINERA ALUMBRERA.
-
Empresas que, a pesar de sus abultadas ganancias, no pagan ingresos
brutos por un decreto vigente de la década del ´90.
- A
cuyos puertos, privados, llegan 1,8 millones de camiones al año, con
una carga de agua, nutrientes y energía que salen en forma de granos de
soja, aceite o agrocombustibles.
- Que el actual modelo
del capital es el que transgrede a la tierra; desplaza la ganadería,
expulsa comunidades; genera pobreza, desocupación, y hambre para
nuestros pueblos.
- Que las fumigaciones con
agrotóxicos, particularmente con Glifosato; continúan enfermando y
matando a la población (lo que se convierte en un genocidio silencioso).
-
Que las autoridades que tienen que regular y controlar que no se
fumigue sobre las casas, escuelas, y reservorios de agua; no lo hacen.
Por lo que la situación de las poblaciones rurales, es muy difícil en
el resistir cotidiano.
- Se denunció que este modelo del agronegocio necesita:
-
a) la producción a gran escala de “monocultivos”, con el consiguiente
corrimiento de la frontera agrícola y la expulsión de campesinos/as y
pueblos originarios que poblarán los cinturones de pobreza de las
grandes ciudades.
- b) el uso del “paquete tecnológico”:
semillas / fertilizantes /siembra directa/ agrotóxicos/ nuevas
maquinarias y equipamiento tecnológico/
NUEVOS DEBATES:
El avance del actual modelo de los agronegocios nos impone nuevos debates y nuevas miradas.
Sobre
todo en estos momentos en que se presentan proyectos y programas como
el expuesto en el marco del PEA (Plan Estratégico, Agroalimentario y
Agroindustrial), que fijará los rumbos de las políticas para la
sociedad en su conjunto para los años venideros y, que para nosotros/as
significa continuar con una agricultura sin agricultores.
La
propuesta es alcanzar una producción de 160 millones de toneladas de
granos en 10 años. La postura del Ministro de Economía y del gobierno
nacional es que “dadas las actuales condiciones de mercado y la
incorporación de tecnología, no será difícil alcanzar esta metas”. Lo
que da cuenta, claramente, de que hay una continuidad y profundización
del modelo agroindustrial que se viene gestando desde la década
neoliberal.
En el marco del G20 Julián Domínguez,
Ministro de Agricultura, plantea que, para “estabilizar los precios de
los commodities es preciso aumentar la producción” apostando,
ciegamente, al “crecimiento infinito” y al culto a las tecnologías.
En
relación a la propuesta de “industrializar la ruralidad” expresado por
Estado Nacional, es imperioso poner en debate este concepto que
conlleva transformar el campo en algo parecido a una fábrica.
Continuando y profundizando una inserción en el mercado global
capitalista como proveedores de materias primas y alimentos. Ese es el
rol que nos toca en la división internacional del trabajo, papel que
nos asigna el poder mundial con el beneplácito de nuestros gobernantes.
Cuestionamos
la desnaturalización de principios como el de Soberanía Alimentaría
(Vía Campesina ´96) y como se lo disfraza y altera. En el PEA se
habla de “Soberanía y seguridad alimentaria”, vaciando el contenido del
primer concepto. ¿Dónde están las propuestas presentes en el principio
de Soberanía Alimentaria que determinen qué, cómo y para quién destinar
nuestra tierra, agua y demás bienes comunes? La respuesta, tal vez, es
posible encontrarla en las 10 millones de has que se proponen sumar a
los actuales monocultivos de exportación.
PROPUESTAS Y ALTERNATIVAS DEBATIDAS:
-
Se comunicó públicamente, los estudios científicos y académicos que
comprueban los impactos de las fumigaciones sobre la salud; cómo
pérdida de fertilidad (masculina y femenina), trastornos en la
lactancia, abortos espontáneos, disrupción de glándulas tiroideas,
proliferación de casos de cáncer, etc.
- Buscar
políticas públicas orientadas hacia el desarrollo de zonas rurales que
incluya la vida en la misma. Estímulo a las producciones regionales que
alimentan el mercado interno. DIVERSIFICACIÓN
- Repoblamiento de los territorios.
-
Se hizo un análisis crítico de la “Ley de protección al dominio
nacional sobre la propiedad, posesión o tenencia de las tierras
rurales”. Se analizó que, a pesar de esta Ley las tierras pueden
seguir en poder de los “grandes capitales”, que es necesario
considerar el uso de la tierra, la producción, la vida sobre ellas, su
manejo y el control. Se analizó el tema de los arrendamientos, de los
acuerdos como el firmado por el Gobernador de Río Negro con una
empresa China que “alquila” 330.000 has por 50 años para la producción
de alimentos para ese país, con la consiguiente pérdida de soberanía.
El rol de los pooles de siembra. Discutir sobre el poder y control de
las tierras debe ser una cuestión de toda la sociedad. Eso es
democracia.
- Considerar a la tierra desde su “función social”.
- Defender la biodiversidad, frente a la homogeneización de los paisajes y territorios.
- Pensar estrategias frente a la mercantilización del territorio y de los alimentos
- Ley de arrendamiento / ley de ordenamiento territorial
- Ley contra los desalojos rurales
-
Recategorización de agroquímicos en SENASA. Cumplimiento de las
ordenanzas que establecen distancias de fumigación y el establecimiento
de mecanismos de control del uso de agroquímicos.
- Refundación Juntas Nacional de Carnes y de Granos
- Defensa de la fuentes de agua / glaciares / ríos / lagos
- Criterios de producción agroecológica / pequeños productores familiares
- Cuidado del germoplasma, la diversidad genética y biológica y las semillas.
- Contra la profundización de la Propiedad Intelectual.
- Discusión de las formas de producción del conocimiento en las Universidades haciendo eje en su función Social.
- Aunar esfuerzos, desde la organización y la lucha política, para hacer frente al actual modelo de los agronegocios.
- Rediscutir los conceptos de desarrollo, progreso, seguridad alimentaría, etc.
-
Avanzar hacia la consecución de la soberanía alimentaria, para
garantizar la producción variada y diversificada de alimentos; en
contraposición al actual modelo de producción agroindustrial, que solo
produce para forrajes y agrocombustibles.
Estos
fueron algunos de los ejes que se pusieron en discusión durante estos
dos días de debate. Cuestionando las estrategias productivas que,
hoy, se aplican en el país y denunciando las consecuencias negativas
que acarrean. Y, buscando reflexionar sobre las posibles alternativas
que los excluidos y olvidados de este modelo podemos proponer en pos de
la construcción de un modo de vida ambiental y socialmente más justo,
digno y sustentable para las mayorías del presente y del mañana.