El pasado viernes 25 de febrero, el
gobernador de Santa Fe, doctor Hermes Binner, realizó una serie de
declaraciones radiales en las que se refirió a las fumigaciones con glifosato,
pidiendo “desmitificar” su toxicidad y aduciendo que su “uso racional” puede
convivir con la “protección de la salud”.
En el marco de la reciente resolución
de la Justicia
de San Jorge, al oeste de la provincia de Santa Fe, en la que se ratificó el
fallo que hace dos años puso coto a las fumigaciones a no menos de 800 m para las terrestres y
de 1500 m
para las aéreas, el gobernador de la provincia salió a marcar la cancha, a
sentar posición de cara a las elecciones de este año frente a los grupos
sojeros que desde hace más de una década contaminan y destruyen la tierra con
su modelo biotecnológico a base de agrotóxicos y semillas modificadas
genéticamente.
El gobernador apuntó que “hay que
desmitificar sobre las cuestiones tóxicas de este producto. Usado
convenientemente, y regulado de acuerdo a lo que se quiere realizar, puede
convivir perfectamente con el uso racional y la protección de la salud”. No hay
lugar para dobles interpretaciones: la clara defensa de un supuesto “uso
responsable” o “racional” de un producto ya ampliamente catalogado como
altamente tóxico por estudios de la
OMS lo posicionan sin titubeos del lado de las corporaciones
sojeras.
Por si quedara alguna duda al
respecto, el gobernador “socialista” se refirió también a las innumerables
denuncias de cáncer, malformaciones y otros problemas sanitarios ocasionados
por la fumigación con agrotóxicos, aduciendo que “surgen siempre denuncias de
que hay más casos de cáncer, y si vamos a las estadísticas eso no está. Hay que
ver claramente cuál es el beneficio y el perjuicio que provoca [el glifosato],
y [si] el menor perjuicio a la salud justifica el no uso ante el mayor
beneficio económico que puede producir el producto”.
El señor gobernador, médico
especialista en medicina del trabajo, parece haber olvidado su antigua
profesión. Claro, tantos años en el poder, primero como intendente, luego como
gobernador, confunden al más pintado. Está más que claro: la salud de la gente
puede esperar, puede ponerse en riesgo (un riesgo “menor”) si el beneficio que
tributa el modelo productivo es “mayor”.
La defensa de la salud es un derecho
irrenunciable de los pueblos. El derecho a un ambiente sano, con prácticas
económicas sustentables y respetuosas de la vida y la cultura de sus habitantes
son derechos consagrados nacional e internacionalmente. Y evidentemente, sólo
los pueblos podrán defenderlos, manifestándose y repudiando este modelo de
exclusión y muerte, proponiendo otros modos de producción alternativa, con una
relación más armónica con la naturaleza, y que incluya a las inmensas mayorías
desempleadas y hambrientas que año tras año son expulsados del campo.
Llamamos a repudiar los dichos del
señor gobernador Dr. Hermes Binner y a sus aliados políticos, denunciando su
abierto posicionamiento a favor del modelo agro-biotecnológico y de los
intereses corporativos que a éste impulsan.
Denunciamos también la complicidad de
los grupos opositores, que hasta el momento no se han pronunciado
coherentemente a favor de la salud de los pueblos fumigados, jugando un papel
meramente funcional al modelo sojero y sus bondades tributarias.
¡Paren de
fumigarnos, paren de rematar la salud del pueblo santafesino!
¡Por un
modelo agrario inclusivo, democrático, diversificado y sustentable!
¡Basta de
hambre, miseria y sojización! ¡No al saqueo y la contaminación!
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