El ejemplo de la resistencia
El Tribunal Popular del Cordón Industrial contó con la presencia irremplazable de Nora de Cortiñas y Mírta Acuña de Baravalle, integrantes de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora. Ambas hablaron con enREDando de su solidaridad y articulación con esta lucha de carácter ambiental que afecta a la región. Palabras sin desperdicios de grandes personas que no dejan de luchar.
Nora y Mirta fueron las más aplaudidas y ovacionadas en el lugar. El Tribunal mostró su orgullo por haberlas tenido participando de esta condena a las grandes multinacionales. En una muestra más que significativa de su solidaridad con estas formas de reclamo, llegaron a Capitán Bermúdez pese a la lluvia que no daba respiro.
“Hace muchos años nosotras salíamos a la calle a pedir por la aparición con vida de nuestros hijos y nuestras hijas y no había otra cosa, era la obsesión de muchos años. Pero cuando pasó el terror propiamente dicho, nos encontramos acompañando distintas luchas, los reclamos de los docentes, de la parte de la salud como médicos”, explica Nora de Cortiñas, titular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
“Sentimos que ese era el lugar, porque los desaparecidos eran de distintas profesiones, especializados, trabajadores, de todas las ramas y abarcaba todo el campo popular. Entonces empezamos a darnos cuenta que nos reclamaban. Empezamos a ver que ese era un lugar que hubieran ocupado nuestros hijos y nuestras hijas”, recuerda.
Nora y Mirta destacan además los cambios en las sociedades que siguen luchando por lo mismo que hace 30 años. “Hay cambios, la sociedad se politizó bastante. En los primeros años que nosotras salíamos no se daba esto. En la época de nuestros hijos, ellos formaban parte de un grupo militante, pero el pueblo no estaba politizado, eran muy pasivos”.
Sintiendo y reconociendo, además que su lucha es un punto de partida para que muchas otras madres salgan a pelear por causas que las tocan de cerca, como quienes piden agua en los barrios, las que salen a luchar contra el paco en las villas, las de las víctimas de trata.
“Nosotras quedamos comprometidas desde el momento en que se llevaron a nuestros hijos e hijas. Sabíamos que había otras formas de encarar esa búsqueda”, agrega Mirta. “Nos dimos cuenta que nuestra presencia significaba algo. Es un compromiso y una necesidad nuestra también”.
“Nos ponemos contentas al ver que se van abriendo los espacios de lucha, que en muchos puntos del país se ve. Es el pueblo el que sale a la calle, la lucha ya es incontenible”, resalta Mirta. “Las multinacionales no pensaron que iba a haber un momento en el que nos íbamos a estar rebelando frente a ellos”.
“La respuesta nuestra al terrorismo de Estado fue algo visceral, nació desde nuestro más profundo sentimiento. Empezamos a entender los pasos que habían dejado nuestros hijos, estuviesen donde estuviesen. Era una huella humana, política y social al mismo tiempo. Ni más ni menos que otros movimientos sociales de otros años. Todos ellos fueron a luchar por una convicción. Nosotras seguiremos esta lucha hasta que nuestro físico y nuestra mente nos lo permitan”.
Fuente: enredando.org.ar
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